14 feb 2011

Trabajo esclavo y tercerización

Las prácticas habituales del capitalismo

 El 20 de octubre de 2010 en el marco de las luchas llevadas adelante por trabajadores ferroviarios tercerizados en reclamo de su derecho a condiciones laborales dignas, fue asesinado Mariano Ferreyra, militante de izquierda de 23 años.
El 16 de noviembre del 2010, víctima del trabajo infantil, Ezequiel Ferreyra, un chico de seis años falleció luego de haber manipulado venenos en una granja avícola de la provincia de Buenos Aires.
Se calcula que el 75% de la mano de obra textil trabaja en nuestro país en condiciones de esclavitud.
Explotación y trata de personas muestran dos caras de la misma moneda.
En las últimas semanas, varias denuncias por trabajo esclavo en el ámbito rural fueron propagadas por los medios de comunicación más afines al gobierno e intentaron ser invisibilizadas por los medios monopólicos, principales beneficiarios de las pautas publicitarias del agro-negocio y asociados en Expo-Agro.
Nidera, Status Ager SA, Southern Seeds Production, DuPont, Pioneer y Adecco Specialities son algunas de las empresas involucradas en la explotación de trabajo esclavo.
La empresa Pioneer, en un comunicado en el cual intentó justificar su accionar expresó que “alineada con prácticas habituales de mercado, contrata a empresas proveedoras de trabajadores rurales temporales” (La Nación, 2/2/2011).
Esta apelación a las “prácticas habituales del mercado” no hace más que reconocer un mecanismo de explotación de la fuerza laboral y un intento de naturalizar, de legitimar la marginación a la que son sometidos miles de trabajadores en aras de una mayor rentabilidad según las reglas del mercado capitalista.
Así como se oponen con uñas y dientes a la intervención del Estado en sus “negocios privados” y continúan pujando por la eliminación de las retenciones a la exportación, no quieren ceder un ápice en un negocio con enorme rentabilidad y en donde el trabajo en negro, según los últimos datos del Plan Nacional de Regularización del Trabajo que lleva adelante la Secretaría de Trabajo de la Nación, a cargo de Noemí Rial, indican que la tasa de no registro en el agro es de 49,8 por ciento, más de 13 puntos porcentuales por encima de la media nacional.
Pocos datos son necesarios para demostrar que las “prácticas habituales” que promueven, la tercerización, el trabajo esclavo y la trata de personas van mucho más allá de una puja por la rentabilidad y que se basan en una profunda concepción ideológica, basada en determinadas relaciones e intereses de clase, que continúan encontrando terreno fértil en nuestro país por la matriz neoliberal que aún persiste en sectores importantes de la economía argentina.
Este profundo desprecio por la condición humana, apenas disimulado tras el eufemismo de “prácticas habituales del mercado” no hace más que verificar el carácter depredador y retrogrado de la burguesía argentina. Una burguesía lumpen, cortoplacista y servil ante el imperio y los monopolios extranjeros.
La necesidad de enfrentar estas “prácticas habituales” nos plantea con más urgencia la construcción de una alternativa política que exprese la confluencia de la clase obrera, los sectores populares, los sectores medios de la ciudad y el campo como fuerzas capaces de empujar un proyecto emancipador.
En el camino de construcción de esta alternativa, debemos profundizar la lucha contra estas prácticas y redoblar nuestros esfuerzos para combatirlas, pero debemos tener en claro que estas “prácticas habituales del mercado” son constitutivas del sistema capitalista y que para desterrarlas definitivamente es necesario derrotar al capitalismo y construir un sistema superador, una sociedad que, sobre la explotación, la esclavitud y la rentabilidad, privilegie la solidaridad y la dignidad humana.

Patricio Echegaray (Secretario del Partido Comunista de la Argentina) 


FUENTE